La Diablada se desarrolla en Ciudad de Píllaro de la provincia de Tungurahua en Ecuador, el comienzo de esta celebración maneja varias hipótesis una de ellas menciona que fue en la revuelta de 1898, cuando los indígenas abarrotaron la ciudad e hicieron una hoguera en la cual quemaron todos los documentos del cabildo, lo que dio como consecuencia a la desaparición de la historia del cantón, otra hacer referencia a que, en la época colonial, cuando los terratenientes permitían a los indígenas divertirse dentro de las tierras en las que trabajaban, ahí se disfrazaban de seres diabólicos para distraerse y protestar en contra de la opresión. Unos textos que señalan que se desarrolla en el ámbito religioso-católico para demostrar su rebeldía en contra de la religión católica en repudio a las prácticas sacerdotales, así como también de la colonización que traía maltrato físico, psicológico, económico y moral que recibían de los españoles. Esta popular fiesta se la proclamó patrimonio cultural inmaterial del Ecuador en el año 2008.
En la Diablada de Píllaro, o también conocida como la Fiesta de los inocentes, puede participar cualquier persona, vistiéndose de Diablo, Guaricha (hombre vestido de mujer), Capariche (barrendero) o bailarines de línea y celebrar al son de la música tradicional de las bandas que entonan alegremente el sanjuanito, pasacalle y demás melodías ecuatorianas. Se dice entre las personas que si participas como personaje dentro de la fiesta, estás destinado a seguir participando durante 7 años consecutivos, caso contrario el mismísimo diablo vendrá por ti.
Son 6 días de fiesta, comenzando el 1 de enero hasta el 6 del mismo mes.
“Durante la diablada, el cura cierra la iglesia y se va”.
Fuente https://www.entornoturistico.com/la-diablada-de-pillaro-una-tradicion-de-resiliencia/